Es extraño, sí. Pero, a su vez, es necesario ver como se esboza la curva más linda de la vida en su rostro. Han sido días crudos y duros en los que no se deja de azotar al país por los caudales perdidos de la naturaleza, los que han arrasado todo a su paso y han dejado miles de ilusiones perdidas y familias en la calle clamando esperanza. Personas hermanas que siempre han sufrido el descaro de gobiernos sin amor a la patria, que se han visto representados en once personas que luchan por defender sus colores. La excusa perfecta para tiempos oscuros.
Si antes era normal jugar en charcos de lodo, ahora lo más necesario es esquivarlos, es abandonar el paso del caudal que arrasa la vida si es que la tiene cerca y tan solo cabe la duda de lo que será mañana. Y para endulzar un poco estos días tenemos a la selección, una vez más. Lista para dibujar sonrisas en los pequeños que se han visto golpeados por la crueldad de la naturaleza y el obstinado olvido.
Seamos todos sinceros, esas risas nos parecen demasiado extrañas, como si encubriera un miedo tremendo de estar sentado frente a nosotros o si ese temor está reflejado en no poder hacer lo justo y necesario
Resulta poco común verle a Juan Máximo en esa situación. Siendo él quien más ha intentado mostrarse firme ante cualquier situación y más de un gesto de enojo. Pero trata de torcer el brazo para ganarse a la gente, una sociedad que no olvida el pasado que le ha negado tantas alegrías. Sabe que ese es el único camino para lograr una buena relación con el hincha peruano que es tan difícil de convencer, que ha sufrido una separación que ha significado la ruptura más dolorosa en los tiempos cercanos al pasado. Que no se sumen en él, pero que no han quitado las cicatrices de sus pieles.
Seamos todos sinceros, esas risas nos parecen demasiado extrañas, como si encubriera un miedo tremendo de estar sentado frente a nosotros o si ese temor está reflejado en no poder hacer lo justo y necesario para hacer reír a los demás en un coro de alegría luego de tanto pesar y tanta tierra fundida que nos ha querido atrapar para no avanzar, como si no supiera hasta la naturaleza que somos capaces de reponernos a los golpes, de esos hemos aprendido mucho; estamos listos para cubrir las lágrimas con falsos rostros de portada, solo sea por reflejar nuestra triste realidad abstrayéndose por 180 minutos o lo que dure esa gira en Europa de la selección de Reynoso. Que esperemos tras estos partidos pueda empezar a ser la de todos nosotros.
Al Dt del combinado nacional le tenemos que exigir no solo en la cancha, también fuera de ella. Él es consciente que aún no cuenta con espalda suficiente para soportar puñaladas o que los demás lo soporten en la derrota, es por ello que recurre a antiguas maniobras de felicidad, pero el momento no es el adecuado. Como hacedor de grandes planteamientos, nos debe un edulcorante para el alma, una caricia en el rostro y un mimo de esos padres que le hacen tanta falta a la patria. Estos son los tiempos para lograrlo, está en sus manos. No nos regalen chistes que no encuentran cómplices, ni mentiras piadosas. El país exige más de lo que hemos sufrido, necesita otra relación estable. Por más que los días amanezcan con cambios de actitudes nuestras.