Luego de 7 años alguien que no fuera Gareca estuvo en el banquillo nacional dirigiendo al ‘equipo de todos’. Las cosas no salieron como se pensaba, para muchos se reprobó en esta primera prueba, aunque Reynoso no se rompe la cabeza con lo ocurrido el sábado en suelo californiano.
Se empezó con un equipo más de Ricardo que de Juan, pero con intenciones más del ‘Cabezón’ que del ‘Flaco’. Aunque algo no cuadraba, el equipo mostraba falencias tanto en la salida con el balón como en la tenencia del mismo. No había conexión, no había aproximación, todo quedaba en el intento de ser un equipo de Juan.
Ambos equipos buscaron el arco pero sin puntería. Solo un tiro a la guarida de arqueros en total, solo uno. Un partido muy igualado, más cuando el equipo se encontró cómodo; sobre todo en la segunda etapa, con menos presión y más espacio para salir jugando y buscar nexos entre los jugadores blanquirrojos.
Muchos pensaron que la intensidad de los 5 (!) días de entrenamiento, se podrían plasmar con rapidez en el gramado. La confección de un equipo toma su tiempo. Y los procesos, en su mayoría, están acompañados de pequeños tropiezos, que son permitidos y sirven de mucho para los técnicos.
Además es el primer día, Roma no se hizo tan solo en uno, aún quedan un par de ensayos antes de las verdaderas funciones que se presentarán en los escenarios más complejos: las Eliminatorias Sudamericanas.
De momento habrá una prueba más en septiembre. Contra El Salvador despediremos esta fecha FIFA llena de fantasmas y penares para nosotros. Juan se confesó en las conferencias previas y dejó el mensaje que probaría más de un equipo -y sistema- en estos duelos. Veremos que nos tiene preparado y luego de todo sacaremos las primeras conclusiones. Paciencia, esa será la palabra clave.